La confirmación y los intereses

La confirmación y los intereses

Después del partido de España contra Portugal se volvió a confirmar lo que ya exponíamos en columnas anteriores. A Don Vicente se le puso en los mismos volver a situar a Torres y desperdició 58 minutos de partido. Cuando un jugador no está bien físicamente se nota a leguas; control, equilibrio con el balón, agilidad en regates, etc..., no es sólo correr. Y no es que sea malo así (para Corea hubiese sido una gran solución), pero es que en el banquillo lo hay mejor. Por contra, para los medios que dirigen este país fue más fácil poner a parir a Navas en el segundo choque, que cargar de culpas al "pobre" Torres; ya lo dijimos, Llorente contra Honduras se hubiera puesto pichichi del mundial.

Hoy todos encumbran a Del Bosque por el acierto en el cambio. Y yo desde aquí le voy a tachar de interesado, caprichoso y obstinado. Sin contar que se olvida de que está al frente de una selección que representa a un país, no a sus intereses; hay muchas personas que depositan sentimientos en estos encuentros y no se pueden "jugar" con ellos. Además, también ha sido una falta de respeto hacia los delanteros que hay en el banquillo, prefiriendo un jugador al 70% por encima de otros al 100%.

La otra sección es la portería. Que el jabulani es inestable en su trayectoria y que oscila con facilidad, es cierto (lo es para todos). Pero también lo es la inseguridad que demuestra Casillas, esta es patente y notoria cuando es acompañada de constantes gestos de alivio tras comprobar que el resultado de cualquiera de sus intervenciones "complicadas" no han tenido consecuencias nefastas. El otro "caprichito" de Vicente sigue adelante, cuando Valdés es la alternativa firme para el arco; ya que si me apuran Reina, que es un grandísimo portero, da sensación de menos seguridad que el barcelonista. Observando la temporada de los tres, no hay color... Valdés por goleada.

Que esta selección tiene lo necesario para optar al título sobre el terreno de juego es evidente visto lo visto. Pero al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios; en este sentido, España no ha dado su mejor versión hasta ahora por culpa, en gran parte, de los errores del seleccionador.

El barullo de coehlo.