Llámale como quieras

llámale como quieras

Habría que valorar ¿qué es peor?, la opinión de alguien que sin ser profesional del periodismo ha vivido y visto mucho futbol o la del periodista que licenciado no ha visto futbol ni en la televisión. Es fácil que el segundo critique al primero y que el primero carcajee ante los comentarios futbolísticos.

En este sentido, aprovechando la rectificación de Manolo Jiménez, algunos periódicos deportivos han vertido comentarios con todo tipo de posicionamiento ante la acción del ex entrenador sevillista. En concreto, me ha sorprendido los que realiza uno de estos con edición local, en la que carga con furia sobre unos usando expresiones despectivas y situando al de Arahal en la cúspide del estamento de entrenadores. Magnificando el acto de rectificación, en vez de reconocerlo y punto, porque el destrozo si que ha sido impresionante. Como dijo alguien, amigo, que el sentimiento no te nuble el conocimiento. Si hubiese sido tan sabio, no habría dado la imagen futbolistica que este equipo ofreció teniendo la plantilla que tenía. La cura de humildad futbolística que le ha dado Antonio resolviendo el entuerto en algo más de diez partidos, ha sido ejemplar, dando muestras de lo que ya sabíamos, que conocía los entrecijos del sistema y de la plantilla, y que debió de ser la primera opción de la casa después de la "espantá" de Juande.

Se reconoce, pues, como necesaria la rectificación y se hecha de menos en ella aludir a la buena intención en todo lo realizado y agradecer el trampolin que ha ejercido esto para su carrera.

Lo demás es bla, bla, bla. Si lo ha hecho mal no es el momento de encumbrar a este hombre. Se puede decir que algo gris tire más a oscuro o claro, pero no que lo blanco sea negro.

El barullo de coehlo.