Los que se van ya no vuelven...

Si a alguien le dijeran que este Sevilla dejaría escapar tantos puntos del Pizjuan hace mes y algo, no se lo creería, sobre todo por la pólvora que tiene este equipo. Pero ha aparecido una tremenda ansiedad que es posible que sea la que origine tanto fallo.

Si resumimos los tres últimos encuentros en casa, dentro del posible desorden estructural del equipo en pos del triunfo tras situarse el marcador con resultado adverso, el Sevilla ha dejado escapar ocasiones de gol en todos ellos que no son permisibles en un equipo que quiere estar ahí arriba.

A Perotti se le acaba el período de sorpresa del diestro por la izquierda (ya lo conocen, o amaga y va hacia la derecha o lo hace por la izquierda y no centra sobre la marcha nunca, por lo que es previsible siempre), y su zurda perdonó en remates con el Valladolid y Málaga. Aún así no se le puede recriminar nada sólo el de serenarse y templar. Pero Jiménez debía probar un poquito con Capel desde el principio, que la cabecita le hubiera dolido al lateral también.

El centro del campo (voy a insistir de nuevo) necesita otro Zokora para mantener la presión, proteger huecos en caso de contragolpes y conseguir balones para los estiletes.

A Konko habrá que darle la famosa sangre de tortuga que utilizaron los chinos para que se entere que no está jugando en un futbol de salón. Que aquí el que no corre vuela y te roba la cartera.

A "chasquito Koné" le hubiese venido una cesión como anillo al dedo, pero el cabezota (Jiménez)insiste, sacarlo con Kanouté teniendo un estilete como Negredo es "pa meá y no echá gota", tiró 45 minutos de poder llegar a gol, centros al área para reventar y "chasquito" no fue a ninguno (NO ES DELANTERO CENTRO y menos rematador).

Por cierto lo de Soldado fue de chapeau... engañó al árbitro en el 90% de las ocasiones "tirándose" en las faltas que recibía, protestó las que realizó (sobre todo la de Navas), y para colmo no le señalan el fuera de juego en el primer gol y la falta a Palop (porque lo pisa) en el segundo, además de tener la suerte de que Sergio toca con la puntera justo en el momento oportuno. Y remata la faena poniéndole la plantilla a Palop, cuando casi terminaba ya el partido, en un balón en profundidad al que ya no llegaba, y sin amonestación encima. ¡OLE Sr.Colegiado!

Y en resumen, podríamos tener de vez en cuando un poquito de suerte.

Coehlo