Traidor, mentiroso, cínico, asesino (deportivamente hablando), pesetero, hombre sin honor, cobarde, indigno.
Estos son algunos de los calificativos, que dedica a Juande Ramos, Jesús Alvarado en su blog, en concreto en http://www.jesusalvarado.com/2009/04/24/juande-te-llamo-traidor-porque-lo-eres/.
Sé que tiene una legión de fieles y seguidores, a los que no voy a conseguir convencer, pero al menos si que voy a intentar ofrecer otro punto de vista distinto al de Jesús.
Para empezar en ese artículo que ha publicado hay una gran dosis de odio. Cada persona es libre de actuar como quiera, pero yo creo que el odio no es bueno para nadie y que al final ese odio te consume energias, por lo que como filosofia de vida no la comparto. Prefiero ver las cosas siempre con optimismo y perdonar si me han hecho daño. Eso sí, no olvido.
También procuro ponerme en la piel de esa persona y ver que ha podido sentir o vivir para tomar tal o cual decisión.
Alvarado en su artículo se olvida por completo de la otra parte y solo ve las cosas como un sevillista aférrimo. Aquí algunos ejemplos:
"El Sevilla FC confió un proyecto ganador en manos de un sujeto que estaba en el paro"
Ahora con el tiempo es fácil hablar de un proyecto ganador y es totalmente ventajista, pero también habría que ver que habría pasado si lo coge otro entrenador. Recuerdo que cuando llego se fueron Baptista y Sergio Ramos, y pocos podiamos pensar lo que hizo luego el Sevilla. Al igual que hace en su artículo también podría coger recortes de periódico de esa epoca, a ver lo que contaban.
"Lo que sucede es que ya lo dice el refrán, para ser agradecido hay que ser bien nacido"
En tu caso, Alvarado, ¿estás siendo agradecido? Porque al Sevilla le ha dado muchos títulos para que ahora se le trate como un auténtico apestado.
"Un tipo cuyo currículum no era brillante ni mucho menos"
No sería brillante, pero por algo se confío en él y contestó muy brillantemente con títulos.
"El Sevilla FC cogió a un parado y lo catapultó al estrellato mundial"
Nuevamente es mirar hacía otro lado, para ver las cosas. Al Sevilla mundialmente hasta despues de Juande Ramos apenas se le conocía en el mundo y se le comenzó a respetar y admirar a partir de ahí, por lo que el Sevilla también le debe mucho a Juande.
Ahora pongamonos en la piel de Juande por un momento. ¿Será sevillista? ¿Apreciará al Sevilla?
Probablemente no pueda considerarse como sevillista, pero si que le tenga un gran aprecio por todo lo que le ha dado y por esos momentos mágicos e imborrables que vivió.
No creo que Juande quisiera irse como se fue. No tiene sentido irse por la puerta de atras de un club cuando le ha dado tanto y se podía haber marchado con el cariño de la afición.
Creo que cualquiera de nosotros en una circunstancia similar habriamos preferido salir de otra manera, y no dudo que él también lo habría querido así.
¿Que influyo para que tomara esa decisión?
Pues entrando en la mera hipotesis, el factor fundamental sería el dinero que le ofrecieron para entrenar al Tottenham. Si a mi como trabajador me quintuplican la nómina y me ponen entre la espada y la pared para tomar la decisión en ese mismo momento, pues quizás también me habría equivocado.
Luego seguramente habrá también otro tipo de temas que desconozco, que le condujeron a tomar esa decisión: sentir que ha tocado techo y que no puede aspirar a más, a lo mejor con la muerte de Puerta el equipo estaba tan tocado que era complicado centrarse en lo deportivo, discrepancias en la planificación técnica con Monchi ó Del Nido...
Son multiples factores los que ha podido haber y que en un análisis simple y desde la barrera pueden llevar a conclusiones como las de Alvarado, pero que si fueramos amigos personales de Juande quizás variaría nuestro enfoque.
Como dije al principio, mi filosofia es la de perdonar, pero no olvidar. Sin odios ni rencores. Cada cual que tome su camino. Yo prefiero pensar que "todo el mundo es güeno" mientras no haya demostraciones palpables de lo contrario, y para mi no las hay más alla de las especulaciones que cada uno podamos hacer. Yo prefiero especular en positivo.
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