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jueves, 11 de marzo de 2010

La visión profesional y la sentimental

La visión profesional y la sentimental
Para dejar claras algunas cuestiones al respecto sería suficiente decir que desde esta columna no se tiene como objetivo principal derrocar el régimen de Manolo Jiménez en el Sevilla. La visión que intento ofrecer es simplemente la profesional, y dentro de éstas, evidentemente, hay datos positivos, me parece intachable su esfuerzo por estar al nivel que se debe exigir. Pero es que estos datos positivos son inherentes al puesto del nivel que un entrenador debe desarrollar en este club... que es trabajador, intenta sacar el máximo partido de los jugadores hasta en los entrenamientos, está con la cantera, los motiva, etcétera etcétera etcétera. Aquí se trata de analizar la capacidad, aptitud y actitud que debe tener, que está por encima de lo inherente al cargo y de lo sentimental (muy sevillista, siente los colores, ha sido un profesional intachable en su etapa de jugador, etc...). Profundizar sobre el cómo se manejan las piezas y de qué manera se desarrollan en el terreno de juego. En este sentido el equipo es un espejo en muchas ocasiones de lo que un entrenador intenta desplegar en el campo, y se pueden apreciar (en cualquier equipo) rasgos de apatía, o de desorganización, o de tranquilidad, o de ansiedad, o de relajación, o de presión, o de triunfalismos.... El saber y la seguridad se transmite cuando, como ha sucedido hoy en el Bernabeu, el entrenador realiza dos cambios y mantiene dos lineas de cuatro bien definidas y presionando las entradas del Madrid por la banda de Ramos y entre lineas por el centro. Esto se entrena y, también, se transmite a los jugadores la importancia de esa presión desde el banquillo en el mismo partido. O, acaso, los franceses han realizado algo que el Sevilla no ha sabido hacer antes. Deberemos alabar lo que es de justo merecimiento y lo que no, pues mire Usted no lo haremos.
El sevillismo en su inmensa mayoría está aún demandando que se ofrezca esa IDENTIDAD y algo del fútbol que hemos conocido, y no los cuatro zarpazos de los de siempre para sumar pírricas y agónicas victorias. Entre el no saber qué hacer con el que dirán y las carencias de no tener una experiencia y fundamentos técnicos, se nos van las jornadas. Y esta plantilla puede hacer más, porque tiene capacidad para ello. Salir del paso, como se ha hecho a menudo, cargando contra los jugadores después de algún partido (hasta que se lo avisaron y ya lo evita), y desacreditar a otros en algún que otro entrenamiento, no son desde luego buenas referencias y se han practicado como justificación, a cualquier sevillista nos fastidia en el alma perder.
Así que vamos a dejarnos de sentimentalismos porque a la hora de cobrar no los tienen para con los aficionados. O que den para Cáritas dinero cada vez que pierdan o empaten... Vamos al turrón, son profesionales, si hay posibilidades y condiciones se deben sacar y exigirlas. Y si no se sabe hacer habrá que conseguir a otra persona que reúna esas condiciones para realizarlo. Y después paz y gloria para todos.
También está la otra opción, nos quedamos con lo que nos ofrece la inercia, y hasta donde lleguemos. Pero así corremos el riesgo de que la gente se canse o que ya no se valore igual al Sevilla y sus jugadores (tanto para vender, su valor no será el mismo en el mercado; como para comprar, muchos no verán atractivo venir a un club con poco nombre). Habrán muchos Duscher y pocos Negredo o Zokora. Esto es la pescadilla que se muerde la cola, o avanzas o te quedas con lo que venga. Yo creo que para esto último no está diseñado este club desde la dirección de sus distintos departamentos.
El barullo de Coehlo.

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